jueves, 29 de noviembre de 2007

Marco de la Buena Enseñanza


El Marco para la Buena Enseñanza supone que los profesionales que se desempeñan en las aulas, antes que nada, son educadores comprometidos con la formación de sus estudiantes. Supone que para lograrla, se involucran como personas en la tarea, con todas sus capacidades y sus valores. De otra manera, no lograrían la interrelación empática con sus alumnos, que hace insustituible la tarea docente.
Este Marco reconoce la complejidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje y los variados contextos culturales en que éstos ocurren, tomando en cuenta las necesidades de desarrollo de conocimientos y competencias por parte de los docentes, tanto en materias a ser aprendidas como en estrategias para enseñarlas; la generación de ambientes propicios para el aprendizaje de todos sus alumnos; como la responsabilización de los docentes sobre el mejoramiento de los logros estudiantiles.
El Marco busca representar todas las responsabilidades de un profesor en el desarrollo de su trabajo diario, tanto las que ocurren en el aula como en la escuela y su comunidad, que contribuyen significativamente al éxito de un profesor con sus alumnos.

Este instrumento no pretende ser un marco rígido de análisis que limite o restrinja los desempeños de los docentes; por el contrario, se busca contribuir al mejoramiento de la enseñanza a través de un "itinerario" capaz de guiar a los profesores jóvenes en sus primeras experiencias en la sala de clases, una estructura para ayudar a los profesores más experimentados a ser más efectivos, y en general, un marco socialmente compartido que permita a cada docente y a la profesión en su conjunto enfocar sus esfuerzos de mejoramiento, asumir la riqueza de la profesión docente, mirarse a sí mismos, evaluar su desempeño y potenciar su desarrollo profesional.

El diseño de los criterios muestra los elementos específicos en los que deben centrarse los profesores. El hilo conductor o unificador que recorre todo el Marco consiste en involucrar a todos los alumnos en el aprendizaje de contenidos importantes. Todos los criterios del Marco están orientados a servir a este propósito básico.
Tres son las preguntas básicas que recorren el conjunto del Marco:

¿Qué es necesario saber?

¿Qué es necesario saber hacer? Y

¿Cuán bien se debe hacer? o ¿cuán bien se está haciendo?


Estas interrogantes buscan responder a aspectos esenciales del ejercicio docente en cada uno de sus niveles, ya sea que enfoquemos nuestra mirada al nivel de dominios o, más desagregadamente, al nivel de criterios o de los descriptores que componen cada criterio.

Trastornos de Aprendizaje

Los trastornos del aprendizaje son las dificultades que presentan algunos niños para adquirir o manejar el conocimiento exigido en el sistema escolar. Estos problemas se presentan en el área de la lectura, escritura o en el cálculo (por ejemplo, en matemáticas).
Se trata de niños inteligentes que no tienen problemas sensoriales graves como dificultades en la visión o la audición que perturben la percepción y registro de los estímulos. Entonces nos preguntamos, ¿qué puede sucederle a nuestro hijo que no aprende?.
En últimas investigaciones se plantea que estos problemas radican en un funcionamiento cerebral distinto a lo "normal"; por lo tanto, no dependería directamente de la voluntad de su hijo, la motivación o la falta de preparación académica.
La forma en que se presenta este trastorno depende de cada persona, siendo útil para su diagnóstico la presencia de síntomas o dificultades observables.
En algunas oportunidades es importante la evaluación psicológica con el fin de descartar variables emocionales o intelectuales que confundan el diagnóstico. La evaluación neurológica es útil, pues el trastorno de aprendizaje muchas veces puede estar asociado a un Déficit Atencional. Además, es importante destacar que a medida que exista un apoyo profesional en el área de la psicopedagogía el problema puede ser manejado satisfactoriamente, aunque es probable que pueda continuar en la etapa adulta.
Para enfrentarlo es importante precisar el diagnóstico que permita el desarrollo de estrategias o técnicas de apoyo escolar, que serán útiles para mejorar el rendimiento de su hijo. Además, el adecuado enfrentamiento del problema permite prevenir dificultades en otras áreas; pues, el hecho de que un niño presente notas bajas, sumada a su baja capacidad para comprender la enseñanza entregada por el profesor, puede generar conflictos emocionales, que afecten directamente en su autoestima, facilitando la presencia de problemas conductuales como un forma de ser respetado o aceptado por sus compañeros de clase.

¿Cuáles son los problemas de aprendizaje más comunes?
Los trastornos de aprendizaje se dividen en
a. Del Cálculo: Es definida como la baja capacidad aritmética de un niño, apreciada a través de un mal reconocimiento de figuras, decodificación de una cifra (interpretación de ésta) y su inadecuada reproducción.Existe también una dificultad para seguir una secuencia matemática, como las tablas de multiplicar. Se ha conocido popularmente con el nombre de discalculia.
b. Lectura: Dificultad que presenta una persona en la precisión, velocidad o comprensión de la lectura. Se aprecia a través de distorsiones, sustituciones u omisiones de letras o frases y lentitud en la lectura silenciosa u oral. Un ejemplo de este problema es la dislexia.
c. De la expresión escrita: Es la escasa habilidad para desarrollar la escritura. Se manifiesta a través de errores gramaticales o de puntuación, pobre elaboración de párrafos, errores frecuentes en la ortografía y una manera poco coordinada de escribir (le cuesta hacerlo).Estos trastornos se detectan, por lo general, a partir del Segundo año Básico debido a que se espera que a esa edad la maduración del desarrollo motor del niño ha permitido la adquisición de la lectura, escritura y cálculo. En las tres categorías es importante realizar pruebas de desempeño en el área (habilidades , no conocimientos) con el fin de evaluar la existencia de un trastorno de aprendizaje cuya base no sea un problema emocional, un bajo rendimiento intelectual o pérdida de una facultad sensorial. Estos cuadros tienden a asociarse a otros problemas y persistir en la edad adulta. Su pronóstico depende de la edad en que se detecta y la presencia de apoyo externo, por ejemplo tratamiento con psicopedagogo.

¿Qué es la Educación Inclusiva?


Es un enfoque educativo basado en la valoración de la diversidad como elemento enriquecedor del proceso de enseñanza-aprendizaje y en consecuencia favorecedor del desarrollo humano. El concepto de educación inclusiva es más amplio que el de integración y parte de un supuesto destino, porque está relacionado con la naturaleza misma de la educación regular y de la escuela común. La educación inclusiva implica que todos los niños y niñas de una determinada comunidad aprendan untos independientemente de sus condiciones personales, sociales o culturales, incluidos aquellos que presentan una discapacidad. Se trata de una escuela que no pone requisitos de entrada ni mecanismos de selección o discriminación de ningún tipo, para hacer realmente efectivos los derechos a la educación, a la igualdad de oportunidades y a la participación. En la escuela inclusiva todos los alumnos se benefician de una enseñanza adaptada a sus necesidades y no sólo los que presentan necesidades educativas especiales

Hiperactividad


¿Qué es?
Comencemos por
definir lo que es la hiperactividad o lo que es más exacto de qué hablamos cuando se diagnostica a un niño de déficit de atención con hiperactividad. Para que nos entendamos, esto quiere decir que es un niño muy inquieto y al que le falta la atención de una forma muy llamativa.
La
hiperactividad de los niños es considerada como normal, cuando se produce dentro de una etapa de la vida infantil alrededor de los dos o tres años. El que un niño sea inquieto no tiene nada que ver con la sintomatología que hoy vamos a abordar en esta información. La falta de atención y la inquietud constante en el niño son síntomas que, por lo general, los padres comentan primero al médico de atención primaria, con frecuencia alertados por los profesores y educadores.
Este trastorno ha recibido muchos nombres en el pasado, daño o disfunción cerebral mínima, hiperkinesia,
hiperactividad y déficit de atención…. Pero en realidad todo ello engloba una alteración importante de la atención que, muy a menudo, se da con una extrema actividad en el niño…
El porcentaje de niños con este problema se estima entre el 3 y el 5%, entre los niños en edad escolar, siendo seis veces más frecuente en los varones.
Transtornos asociados
Además, aproximadamente, el 40% de los niños con este trastorno tienen dificultades en el aprendizaje, lo que motiva, si no es
tratado adecuadamente, el abandono de los estudios en la adolescencia. Y casi el 50% de estos niños tienen asociada alguna alteración psiquiátrica, sobretodo problemas de ansiedad, con rabietas y miedos o depresión y baja autoestima, en un 20% de los casos, también trastorno de oposición en un 25% y todo tipo de trastornos de conducta. La baja autoestima, está presente al menos en un 25%. Presentan también mayor riesgo de presentar conductas antisociales en la adolescencia, especialmente si se da en familias de riesgo ( abuso de drogas, alcoholismo, violencia).
Aunque la sintomatología mejora notablemente con la edad, los síntomas pueden
persistir en la edad adulta, hasta en un 40 a 60% de los casos

NEE (Necesidades Especiales Educativas)


Al hablar hoy en día de Educación Diferencial y revisar bibliografía sobre esta temática nos encontramos constantemente con el concepto de Necesidades educativas especiales (en adelante NEE). Este concepto surge en los años 70 - difundido a través del Informe Warnock- y vino a convulsionar los esquemas vigentes en educación especial. A partir de ese año, y con más fuerza en la época de los 80-90, distintos autores utilizan este concepto para centrar su atención en la necesidad que presenta la persona desde los distintos sistemas en los que se desenvuelve y en los apoyos que estos requieren, más que en la discapacidad, dificultad o trastorno propio o inherente al sujeto.
Marchesi (1990:50) define una necesidad educativa especial "cuando un niño presenta algún problema de aprendizaje a lo largo de su escolarización que demande una atención específica y mayores recursos educativos de los necesarios para compañeros de su edad".
Por otra parte, Brennan (citado en Garrido y Santana, 1994:45) dice que hay una NEE "cuando una deficiencia ya sea física, intelectual, emocional, social o combinación de éstas, afecta el aprendizaje hasta tal punto que son necesarios algunos o todos los accesos especiales al currículum especial o modificado o a unas condiciones de aprendizaje especialmente adaptadas para que el alumno sea educado adecuada y específicamente. La necesidad puede presentarse en cualquier punto en un continuo que va desde la leve hasta la aguda".
Surgen así dos tipos de necesidades educativas especiales:
1) Transitorias
2) Permanentes
Las NEE permanentes, son aquellos problemas que presenta una persona durante todo su período escolar y vida, ya que presentan un déficit leve, mediano o grave de la inteligencia, en alguna o en todas de sus implicancias sensoriales, motoras, perceptivas o expresivas, de las que resulta una incapacidad que se manifiesta en el ejercicio de las funciones vitales y de relación, por tanto, necesitan de la atención de especialistas, centros educativos especiales y material adecuado para abordar sus necesidades.
Dentro de esta categoría se encuentran las deficiencias visuales (ceguera); deficiencias auditivas (sordera); deficiencias motores (parálisis cerebral); retardo mental y autismo entre otras.
Las NEE transitorias son problemas de aprendizaje que se presentan durante un periodo de su escolarización que demanda una atención específica y mayores recursos educativos de los necesarios para compañeros de su edad.